Wiki Creepypasta
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FEBRERO 16, 2003

Yo siempre he vivido en un pequeño pueblo, he estudiado en una pequeña escuela de la localidad que se encontraba a unas pocas cuadras del cementerio del pueblo. Ese pequeño cementerio ha convertido a mi comunidad poseedora de muchas leyendas tradicionales; todos los de mi escuela nos maravillábamos con esas grandes historias sobre apariciones fantasmales y demás hechos sobrenaturales que por ahora no contaré. Todos los de mi curso conocían a aquellos "testigos" de esos fenómenos del más allá, las personas de la región que habían presenciado dichos fenómenos, pero no sabía que de un momento a otro, yo me convertiría en uno de ellos.

El timbre suena y como es de costumbre, voy caminando a mi casa a unos kilómetros del colegio. Después de caminar unas cuantas cuadras siento que alguien me persigue y cada vez doy pasos más grandes y más rápidos, empiezo a sudar y un negro escalofrío recorre desde mi nuca hasta la base de mi columna, di un fuerte respiro y me volteé rápidamente y veo (no, no es un fantasma si es lo que creían); veo a un bello pastor alemán, con mirada cariñosa. Me pareció sumamente extraña la forma como el perro me miraba, parecía estar encantado conmigo, me acerqué lentamente y le di una suave caricia con la mano en la cabeza, me alejo, y sigo caminando.

Conforme pasa el tiempo noto que el perro, me sigue persiguiendo: si caminaba rápido él también, si me detenía él también, si cruzaba de una acera a otra, él cruzaba a mi lado. Me asusté un poco al pasar por el cementerio porque en un mínimo segundo relacioné al perro que me seguía con un fenómeno sobrenatural, pero me asusté aún más cuando me detuve un momento y me percato de que el perro mira en dirección a una de las esquinas del cementerio y repentinamente el perro se aproxima a la entrada del cementerio, cuando llega se echa y comienza a aullar.

El negro escalofrío que ya había mencionado volvió a apoderarse de mí cuando el perro empieza a dar unos fuertes quejidos, era un ruido espantoso, extremadamente asustado corrí a toda prisa hacia mi casa, cuando creía que no podía ponerse más espeluznante escucho un grito de un hombre que retumba en mis oídos como si me estuviera gritando en la cara, acelero cada vez más y más hasta el punto en que no puedo dejar de gritar.

Muy asustado llego a casa petrificado, dándole muchas vueltas al asunto, estaba sumamente asustado, sentía el corazón en la garganta, un sudor frío recorría mi cuerpo, la cabeza me dolía por el tremendo susto que me había llevado esa tarde...


JULIO 03, 2003

Las vacaciones de fin de curso ya estaban muy cerca, mis amigos y yo nos reuníamos para contar historias de la localidad, en el momento en que uno de mis compañeros sugiere relatarlas recuerdo el terrible susto que me llevé ya hace más de 4 meses. Uno de mis amigos pide la palabra y nos cuenta de la historia llamada "El Guardián y el perro"; en un segundo me pongo pálido y llego a pensar que esta historia desvelaría la verdad de lo que me ocurrió ya hace mucho tiempo. La historia cuenta de un viejo hombre, cuyo nombre se desconoce hasta la fecha, que era el encargado de vigilar el cementerio del pueblo junto a su amado perro de los saqueadores de tumbas: (recordé en ese momento la otra leyenda que decía que las personas a punto de morir, pedían ser sepultadas con todas sus posesiones valiosas y dinero).

Pero que un día, los saqueadores para resolver ese problema que tenían, una noche se adentraron en el cementerio y con una rápida maniobra toman al perro y amenazan con matarlo si el guardia no les dejaba saquear todo lo que quisieran, en un momento de distracción otro saqueador salta sobre el guardia y lo estrangula rápidamente. Con el guardia fuera del camino, meten al perro en una bolsa y lo arrojan fuertemente contra el suelo hasta matarlo.

Después de que haya terminado el día fui a mi casa muy impactado y temeroso, temiendo que algún otro día me volvería a ver con ese perro....

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