Wiki Creepypasta
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Si ya has encontrado el Néctar de Dargaia, probablemente seas de aquellos que lo han estado buscando toda su vida, y quizás ya no necesites instrucciones sobre lo que debas hacer con él.

De todos modos, es bastante simple, al menos para empezar. Asegúrese de que tus asuntos están en orden (en caso de tener una mala reacción), ¿y luego? Hasta el fondo.

Los meses venideros serán la parte menos agradable. Serás incapaz de retener los alimentos el tiempo necesario antes de que estés lo suficientemente avanzado para dejar de necesitarlos. Lo mismo ocurrirá con el sueño. El color de tu sangre se apagará, y tus venas en consecuencia se destacarán más. Espera algunas partes de tu cuerpo encarnarse; pequeñas cosas, sólo dedos, orejas y dientes, generalmente presionando contra la piel. Asegúrate de que estás al día con tus vacunas de refuerzo, ya que nunca vas a hacerte un chequeo de nuevo. O llevar nada más revelador que una gabardina en público, lo más probable.

Eventualmente, un pequeño corte en tu ombligo comenzará a ‘desmejorar’, volviéndose una herida purulenta en pocos días. Durante la próxima semana, tres cosas van a salir de allí.

El primer objeto se asemeja a un hayuco negro grasiento con tal vez un diente o dos creciendo de él. Cuando estés muerto, alguien finalmente lo encontrará y lo usará para elaborar un nuevo lote de Néctar de Dargaia. Ocúltalo bien, haz las cosas divertidas para las generaciones futuras.

El segundo objeto básicamente se ve como un racimo de venas del tamaño de una pelota de tenis, muchas de ellas rotas y filtrando un líquido negro y aceitoso, todo envuelto en algo extraño. Entonces va a retorcerse y te darás cuenta del pequeño feto sin piel trenzado en el centro. Sólo sobrevivirá durante unos veinte segundos. Quema los restos.

El tercer objeto, será, bueno. Llamémoslo sólo "Objeto 448″. Es más fácil así.

Semilla que crece 1

Podrás plantarlo donde quieras. Se recomienda que lo hagas en algún lugar donde no te importe pasar todo tu tiempo y donde nadie más pueda estar. Tu patio trasero funcionará si no tienes compañeros, mientras haya tierra fértil. Cava al menos cinco metros. No quieres que esté enterrado, pero debes seguir depositando tierra sobre él (si aún puedes oírlo una vez finalices, es porque no lo enterraste lo suficientemente profundo).

Sus venas (o raíces, supongo) se esparcirán en todas direcciones, más o menos cincuenta y seis centímetros por cada año de tu vida. Tanto el césped como las malas hierbas crecerán rígidas y óseas, o negras y aceitosas, o tomarán el color y la textura de una picadura de araña, o la del papel de arroz. La madera se infectará, también; escucharás sus arterias en las paredes pulsando en las noches tranquilas. El suelo se pudrirá con insectos muertos y vida animal. No cortes el césped, pues va a sangrar excesivamente.

Este es tu santuario.

No importa qué amenazas o heridas te asalten allí afuera, aquí estarás seguro y saludable. Bueno, lo que pase a ser “saludable” para ti. U si odias a alguien realmente, tráelo aquí. Engáñalos para que entren. Se infectarán de una forma u otra; una bocanada de esporas, un pinchazo con una espina, un poco de residuo en sus manos. Ellos vomitarán sangre con pequeños ciempiés en ella. Defecarán su propia médula espinal. Sus ojos se hincharán y eclosionarán; pequeñas espinas, zarzas y otras criaturas crecerán de las cuencas. Sobrevivirán por meses o años, los médicos estarán desconcertados; será completamente maravilloso de ver.

Eso es todo para empezar. Aprenderás más sobre la marcha. Mucho más. Pero si te lo cuento todo ahora, no podrías hacerlo.

Hagas lo que hagas, sólo protégelo con tu vida, con tu propia alma. Si crees que puede estar en peligro o la estás perdiendo, cava de vuelta, mátalo con una aguja de plata, deja que alguien más haga crecer una nueva algún día. Sentirás como si perforaras tu propio corazón, pero es mejor que dejar que caiga en las manos equivocadas.

Pues eres su Holder ahora.

Y no debes dejar que Ellos sean reunidos.

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