Wiki Creepypasta
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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier salón de conciertos donde puedas entrar. Una vez dentro, encuentra al jefe de mantenimiento y pregúntale por ver a El Holder de lo Etéreo.

Pestañeará un par de veces, como si no estuviera seguro si lo que preguntaste fue en serio. Reitera tu pregunta. En caso que continúe parpadeando, podrás cerrar tus ojos y tapar tus oídos antes de ser testigo de cómo tus entrañas son masticadas por demonios hambrientos. Sin embargo, si él sacude su cabeza y se marcha, sigue adelante y déjalo ir, pues tu pedido ha sido concedido.

En este momento, todo lo que puedes hacer es esperar. Te darás cuenta que el salón se irá oscureciendo muy, muy lentamente, pero no podrás distinguirlo hasta que haya pasado un cierto tiempo. Tan pronto esto pasa, los sonidos tenues, casi inaudibles de una canción comenzarán a reproducirse. Este sonido se hará más y más fuerte, también muy lentamente.

No obstante, debes esforzarte para no escucharla, pues esto hará que se desvanezca, y tus oídos serán arrancados de tu cabeza. Debes considerarlo como un ruido de ambiente y nada más, a pesar de que será la canción más bonita que hayas escuchado jamás.

Pronto, un coro se alzará para unirse con la canción. La letra de la que habla será más vil que cualquiera que puedas oír en la Tierra, pero al igual que la canción, no debes concentrarte en ella. Junto a una melodía desgarradoramente hermosa, cantarán una canción sobre cada asesinato, cada violación, cada historia de amor falsa y rota que el mundo haya conocido jamás.

En caso que te hayas enfocado en oírla al menos un segundo, te encontrarás con la miseria descrita en la letra, cien veces más terrible, hasta que el día en que enloquezcas o mueras.

Luego de lo que podría ser un largo tiempo, la canción se irá desvaneciendo, pero las luces continuarán tornándose negras, con la excepción de un lugar a pocos metros, habitado por sombras levemente iluminadas. No las mires muy de cerca, pues si lo haces, caerás en la demencia a la vista de las criaturas que acechan por allí. Luego de un rato, una figura sin ojos vestida con un atuendo formal estará de pie en ese punto, llevando a su lado un viejo violonchelo podrido, tan alto como él. Se sentará sobre una silla enmohecida que gradualmente tomará forma junto a las sombras también. Estará listo para tocar, pero no lo hará hasta que le preguntes:

¿Por qué Ellos cantan?

Sonreirá tristemente y te preguntará:

¿Qué pensaste de mi canción?

Cuando te haya preguntado eso, sólo deberás responder con:

"No he venido sólo para escuchar antiguas bellezas".

Suspirará y comenzará a tocar otra melodía, a la vez alegre y fuerte, caprichosa y conmovedora. Sin importar qué hagas, no podrás tampoco escuchar esta melodía, sino todo se desvanecerá y en un parpadeo estarás frente al mismísimo Satanás, escuchando sus lamentos por toda la eternidad.

Cello

La figura comenzará a hablar lentamente, pero en profundidad, acerca de por qué cantan, sobre sus intentos por ahogar sus penas y nostalgia con música. Te dirá cómo es que la música es la única cosa que puede calmar su furia y su sed de sangre, incluso aunque estén condenados a cantar las cosas más horribles imaginables.

Una vez termine de hablar, su melodía se detendrá también. Si no es así, tu muerte será rápida e indolora, y te unirás a él en su coro para siempre. De otro modo, él levantará y guardará su violonchelo, y te lo dará. Lentamente se mezclará con la nada, como si nunca hubiera estado allí. El instrumento que dejó atrás es tuyo ahora.

Aquel violonchelo es el Objeto 166 de 538. Hacer música con él calmará las profundidades de tu alma, pero cada vez que lo toques harás que el coro vuelva a subir su volumen. Deberías ser cuidadoso, no sólo por hacerlo más fuerte y numeroso conforme pase el tiempo, sino también porque mientras más lo toques, más cerca estarás de reunirlos…

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