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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de reinserción social a donde puedas ir por ti mismo. Cuando alcances el escritorio principal, pregunta por ser llevado ante quien se hace llamar El Holder del Egoísmo.

El trabajador debería inmediatamente comenzar a llorar, y te llevará por un pasillo más largo de lo que ves, y mucho más largo que el edificio en sí. Él o ella te dirá entre sollozos que debes ir a la puerta 98 a la izquierda y luego seguir a pie, pero nada más que locura te espera en la puerta. En vez de eso, camina por el pasillo hasta que escuches una voz familiar llamándote, y detente, luego abre la puerta a tu izquierda. Dentro estará el Holder, y atado a la pared estará la persona que más amas.

Debes caminar dentro de la sala con un aspecto solemne, ignorando todo lo que esa persona pueda decirte. No hagas caso a sus gritos de ayuda, y rápidamente enfócate en el Holder. Te señalará una mesa. Ve allí, y encontrarás varios tipos de herramientas, cuchillos y demás instrumentos similares, retorcidamente modificados para que puedan ser utilizados en sesiones brutales de tortura. A este punto sabrás perfectamente lo que tendrás que hacer: debes matar a aquella persona sin mostrar señal de piedad alguna. Quizá haya sido sabio visitar a este Holder luego de haber obtenido el Objeto 129: El Corazón Duro de los Oprimidos.

Si en cualquier momento sientes duda, pierdes el aspecto solemne o peor aún, lloras, el Holder te arrancará las extremidades y se las comerá una a una, sin antes enviarte de regreso por donde viniste, sin piernas ni brazos, haciendo muy difícil tu búsqueda ahora. Él dirá:

“Muéstrame el camino por el que llegaste al interior de tu ser amado”.

Pul rojo02

Tu ser amado gritará y pedirá por piedad, pero debes proceder. Deberás usar la herramienta que tomaste de la mesa para causar el mayor daño posible, pues así lo quiere el Holder. Al morir, el Holder lo traerá de vuelta. Te dará un cuchillo de obsidiana y exclamará:

“Te lo has ganado, no de mí, sino de él/ella”.

Usa el cuchillo, abre el torso de tu víctima y arráncale el corazón. Ábrelo fuera y saca la bolita que estará dentro.

Despertarás en tu cama, en el lugar que llamas hogar, y en las noticias locales se reportará un homicidio. Tu ser amado estará bien, ileso y sin recuerdos de nada, pero parecerá que alguien hubiera arrancado toda emoción de sí. Mira tu mano.

La pequeña perla roja que sostienes es un símbolo del cómo no necesitas a nadie. Tienes el Objeto, pero tu egoísmo por tu búsqueda le ha quitado el sentido de la vida a tu ser amado.

Es el Objeto 248 de 538, y nadie puede consolarte ahora.

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