Wiki Creepypasta
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Recuerdo el incidente, ocurrido de infante. No demasiados detalles pero si la esencia de mis pesadillas actuales De niño, era yo propenso a advertir cosas sobrenaturales que los demás no veían. Así fue que empecé a escribir mi diario de sobre naturalidades mis experiencias.

Este relato que les cuento hoy fue uno de los primeros que llevaron a cabo mi habitación con respecto a estos sucesos diarios.

Todo empezó una mañana del 3 de septiembre en mi desayuno. Intento culpar esta comida, o quizás a mi madre de tan inexpertas manos al cocinar, pero mi subconsciente sabe, aunque débilmente, que no se puede culpar a nadie más que a mí por ser partidario de estos extraños ojos. Mi desayuno había causado un malestar en mi interior lo cual produjo una continua retirada al baño en horas de clases…

Fue mi cuarta vez en la que pedía salir de mi salón de clases que por “pura casualidad” los baños no funcionaban. Eso es lo que decía un cartel pegado en la puerta del baño. La desesperación cruzo ante mis ojos, ¿a dónde podría ir al baño? pensó.

Un retortijón inmediato de su estómago no me dejó más opción que usar esos baños “descompuestos”. Entre esperando una imagen realmente asquerosa, pero todo parecía en orden. Corrí pocos centímetros hasta el más próximo y apenas cerré la puerta tras de mi un chorro excesivo de agua proveniente al inodoro me asustó… Corrí al de al lado y sucedió lo mismo y así hasta llegar al final. Si esto mismo volvía a suceder no me importaba, la necesidad era abrumante.

Para asombro mío, al improvisar los mismos actos nada sucedió, así que me adelante a proseguir. Al instante de rosar el inodoro una voz salió de la nada.

- ¿papel rojo o papel azul?.- preguntó la voz.

Yo no contesté ante tal pregunta y por tal razón volvió a resonar en el cubículo.

- ¿PAPEL ROJO O PAPEL AZUL?.- Repitió.

De pronto, una mano salió del inodoro y agarró fuertemente mi pie introduciéndolo en él. Así fue avanzando hasta que quede casi sumergido de no ser por mi cabeza y hombros. La voz seguía gritándome.

- si eliges rojo te hundirás entre desechos y te cubriré de rojo…

Mis ojos rebozaban en lágrimas

-si eliges azul…te estrangularé hasta que quedes azul.- y rió exageradamente.

Su tono no era nada tranquilizante. Entonces fue que cuando no sabía que hacer… dije

-Elijo papel amarillo.- y cerré los ojos esperando su reacción

-¿Amarillo? … ¿amarillo? – dijo dubitativo. -¿amarillo eh?

Y luego de eso un agujero se abrió paso en el suelo y caí, logre sujetarme del caño pero era resbaloso… no me quedaba mucho tiempo. Nadie vino en mi ayuda así que solo me sucumbí a las intenciones de ese espíritu.

Por eso es que nadie, nadie entra al último baño de la hilera. Me gusta contar en primera persona aunque no haya sido yo el que vivió estas historias, pero si estuve ahí, lejos pero observando cada detalle para recordarlas y para que mis pesadillas me trastornen, todo por estos ojos que vieron maravillas y atrocidades. Sobre todo, estas últimas.

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