Era un 3 de Octubre, iba con mis padres para una feria que estaban organizando afuera de la ciudad. Yo estaba muy emocionada, tenía 8 años y siempre me habían gustado mucho las ferias... pero esta, iba a ser mucho más emocionante que las anteriores, ya que iba a ser una de las más grandes ferias que se había organizado en todo el año.
Mi padre, llamado Alfredo prendió el auto, y mi madre también fue con nosotros. Yo era hija única, por lo cuál era muy solitaria y siempre había sido bastante callada, y no iba a muchos lugares... pero a esa feria, no podría faltar por nada del mundo. Mi padre empezó a conducir, y yo miraba por la ventanilla del auto cómo todo se iba alejando de nuestra ciudad, para llegar a nuestro respectivo destino. Hacía bastante frío, y eran las 6:30 de la tarde, por lo cual estaba a punto de anochecer. Yo sólo contemplaba como nos alejábamos de todo, y cada vez que miraba hacía atrás... veía todo más, y más lejos.
Por alguna razón sentí cierta preocupación, como si no pudiese volver nunca más. Pero, era solo una predicción tonta... y no creía en esas cosas. Pasaron 45 minutos, y ya había anochecido, y cada vez el aire se volvía más áspero y frío... estábamos a punto de llegar, pero por alguna razón el tiempo se volvía más largo, y no era sólo yo la que pensaba eso, también mi madre María hizo un comentario sobre ello, por lo cuál llegue a la conclusión de que no había sido la única que pensaba eso.
Antes de llegar, como 5 minutos antes, vimos una gran entrada... a lo lejos parecía ser un túnel. Mi padre en ese momento dijo:
- María... ese túnel no estaba allí hace días... es imposible que lo hayan construido tan rápido. Yo paso por aquí todos los días para ir al trabajo, y... nunca vi ese puente.
- Al..fredo... es verdad.
Inmediatamente, mi madre se puso pálida y mi padre paró el auto. Recuerdo que él volteó la cabeza y dijo:
- Iré a dar un vistazo haber qué tan largo es...
Mi madre trató de detenerlo, pero no pudo. Mi padre se bajó del auto, y nunca lo había visto tan asustado, por así decirlo. Camino, y camino... hasta que veíamos mi madre y yo como él entraba hacía el túnel.
Esperamos, y esperamos... pero él no regresaba. Pasaron 10 minutos, y él no regresaba... mi madre ya estaba muy asustada, y decidió bajar del auto a mirar qué había pasado con mi padre. Temblando camino lentamente... acercándose cada vez más al túnel. Cuando ya había entrado, a los 2 minutos de eso, sentí un grito de mi madre. Fue muy fuerte... esperé y esperé a que regresará, pero no lo hizo.
Horas más tarde, un muchacho me encontró allí encerrada en el auto llorando. Rompió el vidrio y me sacó de allí, él me preguntaba:
¿Qué te pasa? ¿dónde están tus padres? pero lo único que podía señalar era ese puente... me acerqué a él, y cuando mire mis zapatos... estaban manchados de sangre.
Pude sobrevivir sola... trabajé por mi cuenta... pero mis pesadillas en la noche nunca se calmaban, tengo 17 años, he sobrevivido todo este tiempo... pero ya no puedo más. Nunca... nunca vayan a ese puen...
FIN