Un día, mi prima se encontraba durmiendo en su habitación, cuando de repente siente que le encienden la luz. Cuando ella decidió abrir los ojos, vio que todo estaba oscuro.
Después de tener los ojos bien abiertos, ve a un hombrecillo saliendo de la pared, cogiendo directo al cajón de la ropa interior de ella. Después aquel hombre le empezó a oler la ropa interior. Ella al darse cuenta de todo lo que estaba pasando, salió corriendo de la habitación y cogió hacia el cuarto del hermano, el cual asombrado de lo que le había contado mi prima, se enojó y decidió ir al cuarto de ella para ver qué era lo que realmente estaba pasando.
Se acuesta en la cama de ella y siente que se suben en su pecho, y le tapan la cara.
Pasaron cinco días, y encontraron en la sala una gran pelota de periódico; mi tía, mi prima y mi primo decidieron ver lo que había dentro de la pelota.
Mi primo empezó a destaparla, cuando de pronto toda la casa empieza a oler a mortecina; al destaparla completa ven una luz, y a su hermana se le había metido un espíritu.
Mi primo decide llevarla a una iglesia cristiana y empiezan a hacerla un exorcismo. Cuando al rato, se empieza a escuchar la voz de un hombre (claro está que era el espíritu que tenía mi prima), diciendo que la suegra de mi prima lo había invocado a él por medio de la ouija, que le había mostrado la fotografía de mi prima y le había preguntado que si le gustaba; él al verla se enamoró.
Después de eso, la suegra de mi prima le había dicho a él que lo dejaba libre y que fuera a buscarla. Luego, al decir él todo esto, un pastor le dice que es mejor que descanse en paz y que la dejara a ella tranquila si realmente la quería.
Al fin y al cabo, mi prima murió hace veinte días por problemas de nervios, ya que ella decía todos los días que veía un hombre atractivo en sus sueños llamándola.