Parte I[]
Hola, soy Robert, te voy a contar lo que me pasó. Yo no estaría aquí si nunca lo hubiera conocido, todavía recuerdo lo que pasó aunque ya haya pasado mucho tiempo. Era el primer día de clases del año 2007, en ese entonces tenía 10 años, estaba muy emocionado por que iba a haber chicos nuevos en la clase; ese año sólo llegó uno, se sentó al lado mío. Él siempre tenía una gran sonrisa en la cara, eso me inquietaba un poco, y repentinamente volteó a verme.
-Hola... me llamo Tim...- Me dijo calladamente.
Yo un poco inquietado le respondí:
-H-hola, me llamo Robert, gusto en conocerte.
-Igualmente...
En ese momento sonó el timbre y la profesora entró al salón.
-Hoy tendremos a un nuevo alumno- Anunció la maestra-. Tim, ¿te gustaría pasar al frente para hablarnos sobre ti?
-no gracias, profesora.
-Bien, entonces empecemos la clase.
Al cabo de 45 minutos, sonó el timbre del recreo y todos salimos al patio de la escuela.
Yo siempre iba a almorzar en el primer recreo, ya que en el 2do jugaba con mis amigos. En ese momento, Tim se me acerca y me pregunta:
-No es que quiera molestarte pero... ¿podría acompañarte?
Yo quería decirle que no, pero acepté para no sonar maleducado. Cuando llegamos al lugar donde habitualmente almuerzo, él me pregunta:
-Oye... ¿te gustaría ser mi amigo?
-Claro... a mí me gusta hacer nuevos amigos- Respondí dudoso y sin muchos ánimos.
Con el paso del tiempo nos fuimos haciendo mejores amigos, hacíamos todo juntos, jugábamos juntos, hacíamos trabajos juntos y muchas cosas más. Hasta que un día, él me preguntó:
-Oye... ¿podrías ir a visitarme mañana?
Me da un pequeño papel en el que estaba escrito la dirección de su casa, estaba a unas cuadras de la mía.
-Creo que sí, de todos modos mañana no hay clases, y además esta cerca.
Al día siguiente, me preparé para ir a casa de mi amigo, mis padres no estaban porque ellos se levantaban temprano para ir a trabajar. Salí de mi casa y me dirigí hacia la dirección que marcaba, al llegar a la casa de Tim, toqué el timbre y él me recibió en la entrada.
-Pasa, ¡eres bienvenido!- Dijo emocionado.
Apenas entré a la casa, sentí un olor horrible, como si algo se estuviera pudriendo.
-Oye, ¿no sientes ese olor?- Pregunté alarmado por el hedor.
-¿Olor?, ¿cuál olor?, yo no siento nada- Contestó.
-Oye, ¿dónde están tus padres?
No me respondió, en su lugar cambió el tema y me preguntó:
-Hey, ¿quieres jugar videojuego?
Me quedé pensando en por qué no me respondió esa pregunta, pero acepté. Él tenía una Play 2, así que nos quedamos jugando como 2 o 3 horas. Fue entonces cuando Tim me dijo que tenía que ir al baño y se fue, dejándome solo. En ese momento, me percaté de un pasillo a mi derecha; no sabía por qué, pero extrañamente llamaba mi atención y a la vez me ponía nervioso. Me levanté del sillón aprovechando la ausencia de mi amigo y me dirigí hacia ese lugar. Lo único que había eran un montón de puertas, de la cuales una resaltaba por tener un cartel que decía: "NO ENTRAR", con letras mayúsculas. De repente, mi amigo apareció detrás mío, mirándome serio. Me volteé sorprendido y asustado por lo que me diría. Entonces dijo:
-Esa puerta te llama la atención, ¿no? Déjame decirte algo, ¡¡pase lo que pase no entres ahí!!
Me preguntaba qué era lo que intentaba ocultar, debido a eso me llené de curiosidad e intriga, incluso quería ir a ver, pero no debía ignorar la orden que él me dio.
-Iré por un vaso de agua, ya vuelvo- Me dijo para luego dejarme solo una vez más.
Aproveché ese momento para ir hacia esa extraña puerta. Por cada paso que daba, comenzaba a ir más lento por alguna razón. Logré llegar a la puerta y la abrí, me arrepiento de haberlo hecho.
Parte II[]
Era un cuarto gigante, estaba lleno de cuerpos humanos y al centro de la habitación había un pentagrama invertido con un círculo a su alrededor. En ese momento, escuché un susurro:
-No debiste haber entrado... ¡¡¡Ahora morirás!!!
Quise correr, pero no podía moverme, estaba en shock. Luego sentí un metal frío y plano golpeando mi cabeza, algo así como una pala. Caí al suelo y me desmayé.
Desperté estando en un lugar muy extraño, el cielo era negro y el piso estaba hecho de una piedra rojiza. No lo podía creer, estaba en el mismísimo infierno.
-Vaya, vaya... miren quién acaba de despertar- Dijo alguien a lo lejos-. Sé que has de estar muy confundido y asustado, y que quieres salir de aquí con vida, pero no será tan fácil... Porque para salir de aquí tendrás que vencerme...
-¿Qué está pasando?, ¿qui-quién eres?- Pregunté desesperado.
-¿Qué sucede?, ¿acaso no reconoces a tu propio amigo?- Reconocí esa voz al instante.
Reconocí rápidamente a Tim, sin embargo, ahora tenía una apariencia semejante a la de un demonio. No lo podía creer.
Tomándome desprevenido, él comenzó a atacarme; lanzó cuchillos, algunos lograron darme, caí al suelo agonizando, pero me levanté y lo ataqué con todo lo que tenía a mi alcance: piedras, cuchillos, etc. Después de atacarlo, él cayó al suelo. Para acabar con él, le enterré un cuchillo en la cara.
-¡¡¡Nooooooooooooooo!!!- Gritó.
En ese instante, comencé a sentir un fuerte dolor de cabeza, me desmayé. Desperté en un hospital, mis padres estaban ahí junto a un doctor. Por alguna razón, yo tenía un chaleco de fuerza puesto.
Ellos dijeron que me encontraron tirado en la calle, y que cuando desperté empecé a atacar a toda la gente que había allí. Yo intenté decirles lo que había pasado, pero no me creyeron. Les dije que era verdad, que no estaba loco, pero el doctor me dijo que debía quedarme, almenos hasta que me recupere.
Desde ese día estoy en el manicomio, ya han pasado 10 largos años. Mis padres solían visitarme, pero dejaron de venir. Estoy cansado de vivir este infierno cada día, estoy apunto de colgarme, para acabar con este sufrimiento de una vez por todas, adiós mundo cruel...
Creado por: Alec175.