Wiki Creepypasta
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Buenas, hoy quiero contar mi historia. Muchos pensarán que es como las otras, pero no es verdad.

Seguro que pensaréis:

"¿Son solo historias no?"

Eso pensaba yo hace 1 año cuando leí la peor historia de mi vida, todavía recuerdo lo que me ha pasado después de leerla… Estaba una tarde sentada en el ordenador leyendo historias de miedo, como de costumbre, cuando leí esa terrible historia, esa que al final solo decía: "Cuando te quedes sola morirás".

Yo me quedé muda, aterrorizada sin saber qué hacer, pues en ese momento estaba tan solo con la compañía de mi perro. Corriendo me abracé a él con todas mis fuerzas, estaba bloqueada y sin saber bien por qué fui a la cocina y cogí un cuchillo, cuando estaba a punto de clavármelo, llegó mi hermana.

Me preguntó si estaba loca, volví en sí y eché a llorar sin saber qué estaba haciendo. Le conté todo a mi hermana, entonces ella decidió leer la historia (nunca debí dejar que la leyera). Me dijo que era una tontería, me tranquilizó y acabó convenciéndome de ello.

A la mañana siguiente, me llamó mi madre, desesperada, diciéndome que mi hermana había tenido un accidente camino al trabajo. Corriendo, fuimos al hospital, durante el camino vimos el accidente, era una tragedia descomunal, estaba todo en cenizas.

En cuanto llegué al hospital, abracé a mi hermana sin saber cómo podía haber sobrevivido al accidente. Al cabo de unos minutos, le pregunté:

"¿Ibas sola verdad?", a lo que contestó:

"Sí, no te quedes nunca sola", y, en ese mismo instante, murió.

Eso pasó hace 1 año, todavía no he podido quitarme esas horribles imágenes, esos sueños en los que moría. Desde ese día, nunca, ¡nunca!, me he quedado sola hasta hoy, tan solo quiero que sepáis que tened cuidado con las leyendas, relatos o cuentos que leáis, porque lo mismo que me ha pasado a mí os puede pasar a vosotros… Me despido porque no creo que me queden muchos minu...

Experiencia Personal

Yo aún recuerdo bien esto que os contaré, es verdad que no vi fantasmas, ni demonios, ni hice ouijas ni nada, solo fue mi abuelo.

Él murió de un infarto repentino, siempre me decía que, cuando él muriese, yo le llevase siempre flores a su tumba. Yo, como no creo ni en Dios ni nada, no quise ir al cementerio, bastante tenía con lo que hay en casa para deprimirme viendo allí su nombre y saber que dentro está su cuerpo descomponiéndose lentamente.

Total, en mi habitación tenía una foto de él de hacía unos años, desde que murió siempre tenía la sensación de que me observaba, pensaba que eran paranoias, lógicamente.

Un día, mientras hacía deberes, vi que la cara de mi abuelo en la foto cambiaba, tenía una mirada fría, siniestra, que daba un miedo que lo flipabas.

Pegué un grito y cerré los ojos, al abrirlos, la mirada estaba normal.

Así me fue pasando constantemente, no se los decía a mis padres porque no quería ir a un psicólogo, pero al final me di cuenta de lo que mi abuelo quería.

Cada domingo, llevo flores a su tumba, y el rostro de mi abuelo en la foto está sonriendo.

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