Wiki Creepypasta
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Lo siento, no he vuelto a escribir desde hace ya un tiempo. Muchas cosas han pasado, y me ha tomado tiempo escribirlo todo de una forma coherente. Esto es duro. Todo lo que sé del Señor Sonrisas y todo lo que nos ocurrió cuando era pequeño.

Después de ir al vecindario y conseguir algo de información decidí que sería bueno averiguar dónde estaba Maribel y tratar de contactarme con ella, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos. Lo bueno es que ahora tenemos Facebook, gracias a eso no se me hizo difícil encontrar y agregar a Maribel. Este es el primer mensaje que le envié:

Hola Maribel.

No sé si te acuerdas de mí, pero solíamos ser vecinas antes. Ha pasado mucho tiempo, sólo quería volver a hablar contigo. También tengo algunas preguntas sobre la vieja casa, he estado recordando varias cosas extrañas que me ocurrieron en la infancia cuando vivía allá. Particularmente, me sentía como si estuviera siendo observada por alguna entidad (perdona si eso suena raro).

Esto es algo extraño y te comprendo si no quieres hablar de ello, pero espero que estés bien.

-Ellie

Para mi sorpresa, recibí una respuesta poco menos de una hora después.

Hola, por supuesto que me acuerdo de ti. Es raro, eres la única persona del antiguo vecindario  que ha logrado contactar conmigo desde hace tiempo. Me mudé poco después de terminar la secundaria y sólo vuelvo para Navidad y días especiales. Tengo muchos malos recuerdos allá.

Supongo que ya te habrás enterado de que Anna desapareció después de que tus padres se mudaran, ¿verdad? ¿Y te estás preguntando si yo también tengo algún recuerdo en específico del que quiera hablar contigo?

En realidad no. No hubo nada raro sino después de que Anna fue secuestrada.

No sé cómo fueron sus experiencias, pero fue lo peor que jamás  le haya pasado a mi familia. Nada volvió a ser lo mismo después de eso. Nunca volví a ser la misma. No estoy segura de lo que buscas, me gustaría poder ayudarte, pero eso es todo lo que tengo. Prefiero no volver a pensar o hablar de lo que sucedió.

Deseándote lo mejor,

Maribel.

Me hizo algo triste saber eso. No sé que estaba esperando de verdad; Supongo que creía que me ayudaría a resolver el misterio del Señor Sonrisas. Que volveríamos a ser mejores amigas de nuevo o algo.

Llamé a Dan, pero él estaba ocupado en una cita con una chica que conoció en una reunión familiar, sólo me respondió que estaba ocupado y que me acompañaría a “cazar fantasmas” más tarde.

Me sentía sola, como si no hubiera nadie en el mundo que entendiera por lo que había pasado. Pensé en llamar a mis padres, pero algo me hacía sentir incómoda. ¿Por qué mi papá no nos dijo que le había escrito un mensaje al Señor Sonrisas y que le había respondido? Me preguntaba si mi mamá sabía de esa nota. Parecía el tipo de cosas que mi padre ocultaría para no darle un ataque de nervios a mi mamá.

Estuve acostada en la sala, viendo una película en Netflix y me quedé dormida. En realidad no veía la pelicula, sólo quería que la luz del televisor iluminara la habitación mientras intentaba dormir.

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Dan me dijo que debería escribir estas cosas en un diario y confrontar a mi padre para que me diga lo que sabe. Suena como algún tipo de terapia que encontró en internet. He pasado todo el día tratando de recordar cualquier cosa sobre mis experiencias en la casa, sé que aún queda algo más.

Sólo me queda una, el último encuentro con el Señor Sonrisas. Fue semanas antes de que nos mudáramos de la casa. Mis padres habían encontrado una en la que podíamos vivir y ya habían vendido la otra. Tuvimos que esperar a que la familia que vivía allá recogiera sus cosas para que pudiéramos mudarnos. Estaba emocionada; habíamos vivido aterrados por tanto tiempo que mudarnos me ayudaba a refrescar mis pensamientos, iba a tener una habitación para mí sola en la que no me sentiría observada cada noche.

La última vez que me sentí observada fue la vez en la que estaba empacando todas mis cosas para el día en el que nos mudaríamos. Miré por encima de la caja de cartón en la que estaba guardando mis cosas y lo vi de nuevo, la silueta del Señor Sonrisas mirándonos desde la ventana. Sólo podía ver su silueta, pero pude distinguir que era él al ver la forma de su cabeza tan anormalmente grande, a través de la ventana se podía ver una sonrisa manchada y unos dientes muy pequeños.

Comencé a gritar. Mi madre miró hacia la ventana y gritó también, agarrándonos a Jessica y a mí y saliendo de la habitación. Me estaba agarrando muy fuerte el brazo; me dolía como si me lo fuera a arrancar del cuerpo. Su cara se retorcía en terror y me asustaba casi más de lo que lo hacía el Señor Sonrisas.

Mi padre entró al cuarto y corrió a la ventana después de que nosotros saliéramos, podía escuchar como golpeaba la ventana y gritaba. Nunca escuché a mi padre gritar de esa manera.

“¿Qué carajos quieres?” Le gritaba mi padre mientras golpeaba la ventana.

“¡Deja a mi familia en paz, maldita sea! No te dejaré seguirnos y no te dejaré llevarte a ninguna de mis hijas”

Mi padre continuo así durante un tiempo, hasta que decidí mirar adentro de la habitación para asegurarme de que no le había pasado nada. En la ventana no estaba el Señor Sonrisas, sólo estaba mi padre de pie, golpeándola y gritando con desesperación.

Tengo otro recuerdo. Uno que me da escalofríos cada vez que me pongo a pensar mucho.

Fue a mitad de la noche. Todas nuestras pertenencias estaban en cajas, ya que nos íbamos a mudar el día siguiente. No habíamos visto al Señor Sonrisas en semanas, y sentía que ya no lo íbamos a volver a ver nunca más. Ya podía respirar con tranquilidad. Incluso Jessie dejaba de sentarse en su cuna a mitad de la noche y mirar por la ventana. Nunca mencionó a su amigo o su hora de jugar de nuevo.

Tenía sed, así que me levanté de cama con cuidado de no despertar a mi madre o a Jessica, tampoco quería despertar a mi padre, pero no estaba en la cama cuando me desperté esa noche. Cuando abrí la puerta del cuarto pude ver una silueta masculina de pie enfrente de mí. Por un momento casi grito, pero la silueta se dio vuelta y pude ver que era mi padre.

No se le veía bien. Algo sobre él me daba miedo. Estaba completamente vestido, incluso traía zapatos y una chaqueta. En su mano sostenía un tipo de palanca. Cuando se dio la vuelta y me vio fue como si no pudiera verme de verdad, parecía que no había dormido en toda la noche.

“¿Papá?” Le dije en voz baja.

Detrás de él, la puerta de nuestro cuarto estaba abierta. Sabía que lo único que estaba ahí era la cuna que Jessica usaba antes. Creí haber escuchado algo moviéndose en la habitación y un bebé riéndose. Eso no podía ser verdad, Jessie estaba dormida junto con mi madre en la otra habitación.

“¿Hay alguien en nuestro cuarto?”

Mi padre reaccionó rápidamente y corrió hacia el viejo cuarto, alcanzando la puerta y cerrándola de inmediato.

“No es nada” Dijo mi padre arrodillándose y acercándome a él para darme un abrazo. Me estaba abrazando casi tan fuerte como mi madre me jalaba del brazo antes. Cuando volvió a hablar su voz sonaba algo nerviosa, como si estuviera a punto de llorar.

“Te amo a ti y a tu hermana demasiado, ¿Sabes? Nunca dejaría que les pasara nada a ninguno de ustedes.”

“Lo sé, yo también te quiero, papá.”

Luego mi padre se puso de pie de nuevo. Creo que lo vi limpiarse los ojos también. Luego me levantó del suelo, y me cargó de regreso al dormitorio, en el que me quedé dormida al lado de mi madre. Al siguiente día nos mudamos, y nunca supimos nada de la vieja casa o el vecindario.

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Al día siguiente, después de escribir lo que recordaba, me reporté enferma al trabajo. Estuve acostada en mi sofá tomando Gatorade todo el día, el simple concepto de comer algo me daba nauseas. Seguía pensando en lo que Maribel me había escrito.

Nada volvió a ser lo mismo después de eso. Nunca volví a ser la misma.”

Y me sigo preguntando como hubiera sido su vida si Anna nunca hubiera desaparecido. ¿Hubieran sido tan cercanas como lo somos Jessica y yo? ¿Se hablarían por Skype y reunirían dinero por meses para poder visitarse los fines de semana y pasar tiempo juntas? Los pensamientos eran insoportables.

Finalmente, antes de pasarme todo el día lamentándome con mis pensamientos (y diciéndole a Dan lo que había escrito hasta ahora), decidí reunir el coraje que necesitaba y llamar a mis padres. Para ser honesta, me sentía muy aliviada por el hecho de que fue mi madre la que contestó en vez de mi padre.

“Mamá,” Le dije rápidamente para asegurarle de que era yo al teléfono. “Necesito hablarte sobre algo. Fue a nuestra antigua casa hace unos días y escuche algunas cosas. Escuché que la hija menor de los Steins desapareció alrededor del día en el que vivíamos allá. ¿Aún la recuerdas? ¿A Anna?”

“Sí” Respondió mi madre con un tono prudente. “Aún la recuerdo. Era menor que Jessica.”

“¿No te parece triste eso de que desapareció?” Le seguí presionando para que se enfocara en eso. “¿No te acuerdas de cuando eso sucedió?”

“No estoy segura” Dijo ella. Algo en su voz sonaba extraño. “Eso fue hace mucho tiempo…”

“Yo creo que si te acuerdas” Le dije, sintiéndome un poco más valiente. “Y creo que mi padre sabe mucho más de lo que nos quiere decir. Necesito saberlo mamá, ¿Acaso el tuvo algo que ver con la desaparición de Anna?”

Oí una exclamación en sorpresa del otro lado de la línea, y luego mi madre volvió a hablar, con un tono severo.

“Tu padre te ama a ti y a tu hermana más que a nada en el mundo, el haría lo que sea por ustedes. ¡¿Cómo te atreves a acusarlo de algo tan terrible cuando él siempre ha estado ahí para ti?!”

“No lo acusé de nada” Le dije yo. “Y no has contestado a mi pregunta.”

“Fue hace ya mucho tiempo” Repitió de nuevo, su voz se oía cansada. “Fue hace mucho tiempo. ¿Por qué no puedes olvidarlo y dejarlo en el pasado?”

Ella sólo siguió repitiendo lo mismo cada vez que intentaba preguntarle, así que eventualmente tuve que colgar el teléfono y pedirle disculpas por haberla hecho enojar. Eso era todo lo que necesitaba escuchar para averiguar conclusiones por mí misma.

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Aún tengo algo de escalofríos, pero tuve tiempo para pensar desde que llamé a mi madre.

Que mi madre se negara a hablar sobre el acontecimiento en cuestión me daba nauseas en el estómago. Ahora todas las piezas desordenadas de mis recuerdos encajando de manera más que creíble. Está todo muy claro ahora.

He pensado en cómo habían encontrado la ventana rota en el dormitorio de Anna y Maribel, pero la de nuestro cuarto siempre estaba intacta cuando el Señor Sonrisas entraba.

Recordé que había visto a mi padre esa noche en el pasillo, con una especie de palanca en su mano. Recuerdo las risas de un bebé que venían de nuestra habitación, como si un bebé estuviera en la cuna de Jessie.

Recuerdo las palabras que habían encontrado en la pared del dormitorio de Anna, rasgadas en la pared, y no en una nota. “Gracias”

Recuerdo los gritos de desesperación que venían de mi padre mientras golpeaba la ventana la última vez que vimos al Señor Sonrisas. Como golpeaba y gritaba en la ventana cual animal herido y acorralado en una esquina.

No me atrevo a preguntarle a mi padre sobre lo que verdaderamente ocurrió, mi madre no se atreve a decirle que yo sé lo que ocurrió, conociéndola, seguro pretenderá que todo esto jamás pasó y nunca hablaremos de esto nunca más.

Todo lo que sé es que a pesar de lo que haya pasado. Yo sigo abrazando a mi padre. Sigo llamándolo semanalmente para conversar sobre el trabajo, le pregunto cómo está de las rodillas. Aún me importa sobre si le agrada o no la persona con la que estoy saliendo. Aún intento ser paciente con él cuando no estamos de acuerdo en asuntos de política y otros temas importantes.

Porque ahora sé que tanto mi padre nos ama.

Y que tanto él es capaz hacer por nosotros.



Parte 1: Señor_sonrisas_(Parte_1)

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